“La distancia más corta entre nosotros y la verdad es un cuento”. Relatos sin fronteras es un proyecto de divulgación, adaptación y difusión accesible, solidaria e inclusiva de la cultura a través de la cuentística popular en todos sus formatos tradicionales y modernos, desde las plataformas transmedia, el podcast y vídeo-podcast al teatro y el cuentacuentos tradicional. Queremos hacer llegar a todos los públicos, con especial predilección por los niños y los jóvenes con dificultad de acceso a los libros o la lectura, algunos de los textos más importantes de los maestros y maestras de la narrativa en todas formas, ensayo, relato corto, reflexiones, discursos, fábulas.
La maestra Ana María Matute escribió una vez: "He llegado a creer que solamente existen media docena de cuentos. Pero los cuentos son viajeros impenitentes. Las alas de los cuentos van más allá y más rápido de lo que lógicamente pueda creerse. Son los pueblos, las aldeas, los que reciben a los cuentos. Por la noche, suavemente, y en invierno. Son como el viento que se filtra, gimiendo, por las rendijas de las puertas. Que se cuela, hasta los huesos, con un estremecimiento sutil y hondo".
El planteamiento de este primer directo de "Relatos sin Fronteras" es acercar el arte de contar historias desde sus orígenes hasta su aplicación en un universo hiperconectado como el que habitamos hoy en día. En Relatos sin Fronteras la escritora y actriz Beatriz G. Alberdi y el locutor y narrador Alberto Martínez Carcedo presentan un espectáculo pensado para disfrutar del cuentacuentos tradicional, la improvisación y el juego interactivo con los espectadores, una narrativa que confía en el poder de las palabras para cambiar el mundo y revolucionar nuestra manera de entenderlo.
Todos y todas nacemos con esa capacidad de conexión con las historias independientemente de quienes seamos. José Saramago dijo en su discurso del Nobel: "El hombre más sabio que he conocido en toda mi vida no sabía leer ni escribir..." Se refería a su abuelo Jerónimo, que le contaba historias bajo la higuera del patio trasero... "Mientras el sueño llegaba, la noche se poblaba con las historias y los sucesos que mi abuelo iba contando: leyendas, apariciones, asombros, episodios singulares, muertes antiguas, escaramuzas de palo y piedra, palabras de antepasados, un incansable rumor de memorias que me mantenía despierto, al mismo que suavemente me acunaba. Nunca supe si él se callaba cuando descubría que me había dormido, o si seguía hablando para no dejar a medias la respuesta a la pregunta que invariablemente le hacía en las pausas más demoradas que él, calculadamente, le introducía en el relato: "¿Y después, abuelito y después?". Tal vez repitiese las historias para sí mismo, quizá para no olvidarlas, quizá para enriquecerlas con peripecias nuevas. En aquella edad mía y en aquel tiempo de todos nosotros, no será necesario decir que yo imaginaba que mi abuelo Jerónimo era señor de toda la ciencia del mundo".
Las historias siguen siendo a día de hoy la manera más poderosa de transformación, manipulación y comprensión de la realidad. Es fundamental que las tratemos en comunidad, de forma que lleguen a todos y todas de manera abierta y accesible, y que sigan haciéndonos reír y llorar y amar y querer habitar un mundo que, a pesar de todo, merece la pena vivir y ser vivido.